Eterna Queen

Aún no me lo creo.
Hace solo una semana estabas tan llena de vida... seguías como siempre cada uno de mis pasos, maullabas para que me sentara un ratito contigo y te acomodabas en mi regazo, mi pequeña gatita faldera.
Le robabas a Brennan su sitio en la cueva y te estirabas en el rascador. Disfrutabas tus latitas y ronroneabas con cada caricia.
Pero estos últimos días te has ido apagando poco a poco, al principio quería creer que era un bache pasajero, un bache más que superar como todos los que te había puesto la vida hasta ahora, he mantenido la  esperanza hasta el último segundo, esperando el milagro, pero algo en mi interior sabía que era el final y que todos mis cuidados no servirían de nada.

Anoche te dejé calentita en tu cama, bañada como cada día en miles de besos y caricias.
Y así te has ido, tranquila, sumida en un sueño que ya será eterno.
Mi preciosa y dulce Queen... lo siento tanto, siento que hayamos tenido tan poco tiempo, siento no haberte dado la vida que merecías, tuviste que conformarte con lo poco que puedo ofreceros, solo espero que hayas sido feliz estos meses.
Solo puedo repetirte una vez mas, que te quiero pequeña, desde el primer instante robaste un trocito de mi corazón y allí seguirás por siempre. Hasta que nos volvamos a encontrar mi niña, mi eterna Queen.


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