Pachuchillos

Estos días en La Casa de Mau andamos con varios de nuestros peques "pachuchillos".

Es lo que tiene el otoño: bajadas de temperatura y resfriados, nos ocurre a nosotros y ellos, aunque tengan esos abrigos de pelo tan estupendos, tampoco se libran; sobretodo con los contrastes que tenemos por estas tierras murcianas, que pasamos de la chaqueta mañanera, a mediodías y tardes donde aún se puede disfrutar en manga corta, para terminar agradeciendo una mantita por las noches. 

Como os decía, con tanto cambio, varios de nuestros peques con enfermedades crónicas siempre terminan sufriendo pequeñas re-activaciones de sus patologías. 
Así tenemos a: Neón con su bronquitis crónica, tosiendo de nuevo; Leia que había pasado un verano estupendo, otra vez con la rinitis, que seguramente la tendrá estornudando y soltando moquetes mientras dure el frío igual que le sucedió el año pasado; Akira con una nueva dermatitis y por último, Brennan que también lleva un par de días con el calcivirus dando guerra.

Pero quien más me ha preocupado estos días ha sido Gosín.
Y es que el viejete estuvo casi toda la semana pasada comiendo bastante mal, al principio no le dí demasiada importancia, porque entre la edad y que le faltan algunas piezas, de vez en cuando se pone un poco especial a la hora de comer y toca andar probando cosas nuevas para motivarlo a comer; pero el jueves noche comenzó con vómitos y desde entonces ha estado alternando apetito, con desgana y más vómitos nocturnos. 
Hasta que tras cuatro días de dieta blanda sin obtener apenas mejoría, el lunes tuvimos que llevarle al veterinario para que le pusieran unos inyectables y por el momento parece que se encuentra mejor, al menos los vómitos han cesado, aunque sigue sin querer comer otra cosa que no sea su pollo cocido... así que, creo que tocará mimarlo durante una temporada y comenzar de nuevo la búsqueda de nuevos alimentos apetecibles, pero bueno.. mientras continúe así y no nos dé más sustos, me doy por satisfecha.

Y para terminar con buen sabor de boca, una pequeña alegría. 
Aprovechando que en estas semanas sin agobiarla con medicaciones, Danna al fin confía un poquito en mí y va tolerando cada vez más las caricias, (increíble pero cierto).
El fin de semana pude pincharle unos inyectables para ayudarla con su gingivoestomatitis y desde entonces ¡se encuentra muchísimo mejor! espero que el efecto le dure lo máximo posible, pero al menos, ahora que me deja tocarla, aunque sea lo justo, podré tratarla mucho mejor, porque hasta ahora, era una odisea darle medicación oral y la mayoría de las veces no servía para nada más que estresarla.

Ojalá el resto tengan la misma mejoría en breve :-)

Comentarios

  1. Aquí con el otoño estamos igual, que todos los pachuchines tenemos tendencia a recaer con los cambios de estación, pero vamos tirandillo. Además, como dice nuestra humana, la suerte es que sólo somos tres ;)

    Ronroneos a tus chicos y chicas y muchos mimos para los chunguitos. ¿O eso era un grupo de música? En fin...

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    1. Sí, es lo que tiene esta época del año que no solo trae la caída de las hojas, también las de los pañuelos de papel. Muchas gracias por tus ronroneos y ojalá este año no tengamos muchos días chunguitos ;-)

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